En este mes de la mujer, Hogaru quiere hacer un reconocimiento especial a todas las mujeres que hacen parte de nuestro equipo de empleadas domésticas en Bogotá, Cali y Medellín. Cada una de estas mujeres tienen historias de lucha, que las hacen merecedoras de la insignia de «mujer maravilla» porque, a decir verdad, han tenido que afrontar una vida con muchos retos.
Pero no queremos mostrar sus vidas como historias tristes. Al contrario, queremos resaltar lo valientes, soñadoras y luchadoras que son las mujeres Hogaru. Ya que, a través de su trabajo diario, rompen con esquemas implantados en sus hogares.
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En muchos casos, el único que traía sus ingresos al hogar era «el hombre de la casa». Ahora ellas aportan y participan de manera activa en las decisiones de su familia, lo que está generando un cambio para llegar a la igualdad en cada hogar.
En otros casos, el trabajo de nuestras empleadas domésticas hace parte de una lección de vida:
Magaly, es madre de 2 hijos, pero ninguno de los dos vive con ella, ya que antes no tenía un trabajo que le diera estabilidad y que le permitiera hacerse cargo de ellos. Ahora Magaly trabaja en Hogaru y estudia en las noches para terminar su bachillerato. En el futuro cercano quiere estudiar psicopedagogía «para dar clases y enseñar a los niños sobre el bullying, para que no lo practiquen en los colegios. Todo lo que hago es para demostrarle a mis hijos que los sueños SÍ se pueden cumplir»
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En nuestro equipo de empleadas domésticas, contamos con muchas historias como las de Magaly. Para algunas su gran sueño es tener una casa propia, donde puedan vivir tranquilas con sus hijos. Para otras, es darles mejor educación a sus hijos y para muchas más, darles mejor acceso a salud a toda su familia.
Todos estos son sueños son los que las impulsan a trabajar y dejar lo mejor de sí cada día en los hogares y oficinas, porque saben que con su esfuerzo y disciplina lograrán sus objetivos y darán un buen ejemplo a sus familias.
¡Gracias a todas estas mujeres por pertenecer a esta gran familia!